Los Chichos Entrevista Gijón

«Nosotros inventamos el flamenco-pop»

13.03.12 - 00:54 - 

ALBERTO PIQUERO |

 

Han vendido más de veinte millones de discos, lo que quiere decir que Los Chichos -Emilio González Gabarre, Julio González Gabarre y Emilio González García, alias Junior- llevan en el escaparate desde 1973, año de su fundación, cuando todavía estaba entre sus miembros 'el del medio de Los Chichos', el recordado Jeros, Juan Antonio Martínez Muñoz, autor de temas tan cantados como 'Quiero ser libre', 'Ni más ni menos' o 'Son ilusiones'. Descubiertos para el gran público por el padre de Paco de Lucía, casi cuarenta años después de que dieran vueltas sus primeros microsurcos, vienen una vez más a Gijón, este próximo sábado a la Sala Acapulco, del Casino de Asturias, con la gira 'Hasta aquí hemos llegado', prolongación del trabajo discográfico en el que les acompañaron muchos de sus colegas y admiradores, desde Estopa a Manolo García, Bebe, Peret, Andy y Lucas, Camela, Pitingo, Sergio Dalma o Ismael Serrano Y Emilio González Gabarre, el patriarca de Los Chichos, nos cuenta que muchos otros debieron quedarse fuera.

-¿'Hasta aquí hemos llegado' es una declaración de principios o de finales?

-No, no, nada de finales. Hasta aquí hemos llegado... para seguir caminando. De momento, Los Chichos mantienen la misma fuerza de siempre.

-En el disco que precedió a la gira, les han arropado muchos de sus colegas. ¿Eso les procuró una satisfacción especial?

-Desde luego, pero es natural porque se han criado en gran medida con las canciones de Los Chichos. Estamos muy agradecidos y orgullosos. Lo principal es que te quieran y que te respeten. Y lo que lamentamos es que muchos otros se han quedado sin poder participar después de habérnoslo solicitado. No pudimos incluir a más, lastimosamente. Así que estamos pensando en la posibilidad de una futura grabación que los recoja, en la que estará, por ejemplo, Pablo Alborán. Aunque en estos momentos las cosas en las discográficas están bastante mal.

-Ustedes comenzaron a tener éxito cuando aún no había llegado la democracia y los gitanos -su etnia- no estaban muy protegidos socialmente. ¿Qué diferencias ve de aquel tiempo a éste?

-En la viña del Señor, siempre hay de todo. Había gente racista y otros que nos admiraban, incluso ministros. No existía la libertad que hay ahora, claro, y nosotros fuimos unos adelantados. Por fortuna, el racismo se ha ido quedando atrás.

-Como guitarrista, usted ya había obtenido una cierta fama en Salamanca con anterioridad, ¿no?

-Sí, yendo con Los Farina, por el barrio chino. Éramos pocos los guitarristas y se ganaba un dinerito, quinientas o seiscientas pesetas por noche, que para aquella época era un dineral.

-A Los Chichos se les atribuye ser los creadores de la rumba española, de la rumba-rock y del flamenco-pop. ¿Con qué definición se queda?

-Somos los inventores del flamenco-pop, eso es lo que más se ajusta.

-Por otro lado, se les identifica con una música representativa de los barrios populares. ¿Está de acuerdo?

-Hacemos música para escuchar y música para sentir, para todos los públicos, no sólo para los barrios obreros. Nuestras letras hablan tanto de alegrías como de penalidades, y los gozos y las sombras los viven los pobres y los ricos, los bajos y los más altos.

-¿Qué importancia ha tenido el maestro Torregrosa en la evolución de los Chichos a lo largo de los años?

-Ese hombre no es de esta Tierra, es de distinta galaxia. Desde el primer disco hasta la actualidad, ha hecho constantes maravillas, empezando por unos arreglos que en aquella primera época ni se soñaban por aquí.

-¿Y qué recuerdos le han quedado de Jeros?

-Fue uno de los compositores mejores que ha habido en España. Un fenómeno. En cada concierto, le dedicamos una canción y tenemos la sensación de que sigue viajando con nosotros.

-¿Algún saludo para Gijón y el público que acudirá a verles?

-Me parece que fue hace dos años cuando estuvimos en la playa de Poniente. A tope, con la gente cantando nuestras canciones. Se las sabían de memoria. Fue 'demasiao'. Me conformo con que lo pasemos todos juntos igual de bien.