domingo, 8 de abril de 2012

Los Chichos cumplen 25 años de rumba y 15 millones de discos vendidos

Fueron los pioneros. Salieron al mismo tiempo que las Grecas y dos años antes que Los Chunguitos y Los Chorbos. Cantaban en barras americanas, cumpleaños y bautizos, pero un día los oyó el padre de Paco de Lucía, les llevó a Polygram y estalló la bomba. Jeros, Julio y Emilio, Los Chichos, se convirtieron en fenómeno sociológico, y sus letras simples y descarnadas, que hablaban de presos, de amor y desamor, salieron del ámbito gitano en el que nacieron y arrollaron los transistores de España: 18 discos de oro, cientos de miles de pesetas ganadas (la época no daba para mucho más), el pop sajón borrado del mapa, miles de bolos (230 al año hacían a finales de los setenta), y los jovencitos y las abuelas tarareando sus rumbas por la calle...Aquí están ahora. Sólo Julio y Emilio, del trío original, porque Jeros primero se marchó del grupo y luego murió en circunstancias trágicas. Le sustituyó Emilio, hijo de Chicho. "Lo de Jeros fue la única pérdida lamentable que hemos tenido", dice Julio, el del bigote. "Lo demás fue todo sobre ruedas. Somos una familia, gitanos madrileños pura cepa, y nos podemos decir de todo, hasta "estas rumbas tan flamencas que los Chichos componemos son son para que tú las bailes, son son para cantarlas al viento".
Ritmos pegadizos
Ni más ni menos fue lo primero, un bombazo sin promoción que incluía un puñado de canciones casi intercambiables pero irresistiblemente pegadizas, como Te vas, me dejas y Quiero ser libre. "No nos dieron premios ni nada, lo nuestro era de boca en boca. Tiene más mérito, porque ahora si una canción pega, sales disparado encima de la mula. Fíjate el Chaval de la Peca ése, sólo con un anuncio se ha hecho de oro. Entonces era la leche de difícil, pero el día que fuimos a recoger los discos de oro, los tuvieron que traer en dos carretillas. Resulta que uno de cada dos españoles tiene un disco nuestro".También los artistas alucinaban con aquel grupo que arrasaba todo a razón de un elepé cada año, más o menos, entre 1974 y 1990. En la transición, su tirón era tan grande que los partidos se los rifaban para hacer campaña, y así fue que el PSC-PSOE de Obiols fichó a Serrat, y Serrat pidió que Los Chichos le acompañaran. "Era un lujazo de persona, sencillo y noble. Nos decía: salid vosotros después de mí, que, si no, se van cuando terminéis vosotros". Giras fuera de España hicieron pocas. "No nos gustaba, por la nostalgia de casa". En París les fueron a ver tres gitanos que no se atrevían a abrir la boca. "Eran los Gipsy Kings, que querían un autógrafo".
Ahora están de vuelta, aunque no se hayan ido nunca. Y parece que la gente les echaba de menos. El doble compacto editado por Universal, que incluye 40 canciones ("de las 250 que tenemos"), se vende como churros: 75.000 copias en unos días. "Yo creo que vamos a vender 400.000, por lo menos", dice Julio. Y si lo dice un chicho...

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