miércoles, 11 de abril de 2012

"TODOS LOS DELINCUENTES NOS ESCUCHAN"


Domingo 1 de junio de 2008
Gitanos hasta la muerte, son uno de los grupos que más ha vendido en España. Homenajeados por Sabina, Serrat y Estopa, son la voz de la rumba flamenca de los márgenes. En los ochenta jalaron cocaína con policías y pusieron música a la vida de "El Vaquilla", el mítico robaautos de Barcelona.


Corren los años setenta y un adolescente moreno se calza ladrillos en los pies para cometer un nuevo atraco. Todo ocurre a la velocidad de la heroína: acaricia la pistola en el bolsillo, roba un Seat 124 y sus zancos aprietan con fuerza el acelerador.
En pocos segundos, Juan José Moreno Cuenca, alias "El Vaquilla", protagonizará una de las más espectaculares persecuciones policiales de las que la vieja Barcelona tenga memoria. Y todo al ritmo de Los Chichos, la banda de rumberos que aterriza por primera vez en Chile el 4 de junio, a las 20 horas, en el Teatro Caupolicán. Y que hoy está conformada por los hermanos Emilio y Julio González y el hijo del primero, Júnior González.Golpeado por la periferia gris desde su nacimiento, este mítico delincuente del barrio La Mina, pasó más de la mitad de sus 42 años en la cárcel. A fuerza de palizas, reformatorios, transas, motines y agujas, "El Vaquilla" fue vencido por la cirrosis en 2003.Atrapado en su propia leyenda, la vida del Robin Hood de los suburbios fue llevada al cine en el '85 por José Antonio de la Loma ("Yo, 'El Vaquilla'"), cuando éste estaba tras las rejas. Su única condición fue que la banda sonora estuviera en las manos de Los Chichos: gitanos oriundos de Vallecas que actualmente tienen más de 30 años de carrera en el cuerpo y que llegaron a vender más de 20 millones de discos sólo en España, convirtiéndose en un fenómeno en los años ochenta.La historia del rey del volante la conoce de sobra el fundador del grupo, Emilio González, quien con voz aguardentosa cuenta: "Él ponía nuestra música para robar. Y es que a nosotros, todos los delincuentes nos escuchan. Recuerdo que fuimos a visitarle a la cárcel. Era buena gente el chaval, pero parecía que se encontraba más a gusto en la cárcel que en la calle, porque allí era muy respetado".
La empatía histórica que existe entre los pioneros de la rumba flamenca (fueron descubiertos por el "padre" de Paco de Lucía en 1973) y los barrios bajos no es azarosa, considerando que Los Chichos también han sido discriminados por su condición de gitanos, y que así como el legendario Juan José Moreno Cuenca, han tenido una vida marcada por luces y sombras: por un lado, la fama, su veintena de discos y los innumerables homenajes que le rinden músicos admiradores como Estopa, Joaquín Sabina, Ismael Serrano, Joan Manuel Serrat y Alejandro Sanz, y por otro, su superada adicción a las drogas (en el pick de su carrera los policías llegaban a sus camerinos para compartir con ellos líneas de cocaína) y el suicidio en 1995 del compositor de la banda por excelencia: Juan Antonio Jiménez, conocido como "Jeros"."Él tenía una depresión y a pesar de que impedí tres veces que se quitara la vida, la última vez no alcancé a llegar. Iba camino a su casa cuando me llamaron y me dijeron que se había lanzado por la ventana", confiesa con tristeza. Y sobre las drogas señala entre risas: "Es verdad que nos metimos rayas de cocaína y que cuando cometíamos imprudencias en el tránsito los policías nos dejaban pasar, pero de todo se cansa uno y pisar ese palo es muy peligroso. Ahora preferimos la naturalidad".Actualmente, Los Chichos preparan un álbum que estaría listo en noviembre y que se titula "35 aniversario", con colaboraciones de artistas como Joaquín Sabina. Y a días de su visita a Chile, Emilio adelanta: "Se van a encontrar con un trío de españoles muy flamencos, con una linda banda y con lo que sabemos hacer mejor: la rumba y las letras".

RUMBEROS CANALLAS SE BATEN A DUELO EN EL CAUPOLICÁN



Con su impronta canallesca, callejera y sus ritmos bailables, “Los Chichos” son uno de los máximos exponentes de la rumba española, así  uno de los grupos musicales ibéricos contemporáneos más populares.Formado por los hermanos Julio y Emilio González Gabarre, y por el hijo del último, Emilio González García, alias Junior, comenzaron a tocar a principios de los 70 y hasta hoy suman unos 20 millones de álbumes vendidos, convirtiéndose superventas históricos de la musical española. Con su álbum “El amor a Sentencia” (2009) sus honores no han hecho más que aumentar.En Chile han ido acumulando una legión de seguidores, ya que sus canciones día a día suenan dentro de los recintos penitenciarios del país y en sectores populares. De hecho "Los Chichos" no descartan tocar en una cárcel de Santiago.Escuche los clásicos de Los Chichos:  “Ni más ni menos” o “Son Ilusiones”NUEVA GENERACIÓN Por su parte, Manuel y Yerai forman el grupo "Los Rebujitos", quienes con su primer disco "Lo Que Me Gusta De Ti" (2004) lograron vender más de 40 mil copias, hasta evolucionar y llegar a su quinta producción “El Niño Pena” (2010). Este último incluye dos notables tributos musicales en tono flamenco:“Dejaría todo” de Chayanne y “Vuela muy alto” de Jerry Rivera. Con "El Niño Pena" han conseguido llegar a la posición 12 en la lista de álbumes más vendidos de España.

martes, 10 de abril de 2012

Tres rumberos celosos


Unas 1.300 personas se reunieron el sábado en la Rock Star Live de Barakaldo para cantar las canciones de Los Chichos, que en la puerta vendían camisetas cuya leyenda propalaba orgullosa: 'desde 1973'. El gentío era de toda condición, pero más femenino que machote, más juvenil que veterano y más popular que finolis, aunque las chavalillas guapas se veían por doquier. Esta es la prueba del éxito y la categoría clásica de algunos grupos: que atraen a las nuevas generaciones.
Los Chichos apuran su último renacimiento y ofrecen galas con formación reforzada: ellos tres (el peso recae sobre el benjamín, Emilio, alias Junior, en mejor forma física que su padre y su tío), seis escuderos jovencillos y poco glamurosos que aportaban el disciplinado acompañamiento barraquero (dos teclados, batería, bajo, guitarras eléctrica y flamenca) y dos coristas (la flaca y alta era la más ilusionada de las once personas del tablado). Y de tal guisa se ganaron las alubias el sábado, pues lograron que el respetable cantara todo el rato y así pudiera cubrirles las espaldas.
Sólo hora y media duró su concierto. En él cupieron un bis breve, 17 piezas en total, una exhaustiva presentación de los músicos de más de 10 minutos (ovación especial para el baterista, Gorka, de Santutxu) e inagotables dedicatorias varias al paisanaje y a la familia (recuerden que Emilio, el grueso patriarca del trío gitano, se casó con una bilbaína).
Se notó que su rumba ha influido a nombres posteriores: Estopa, Camela ('Ilusiones'), Medina Azahara (el lento 'Amor de compra y venta')... Y con carcasa sónica reiterativa y ambiente feriante, Los Chichos plantaron la impronta de su lírica machista y celosa ('Mujer cruel'), delincuente ('El Vaquilla'), moruna ('La cachimba') o pachanguera ('Vente conmigo, gitana'), narrada en historietas ('Calla chiquitín') y rematada con dos hits como 'Libre' y 'Ni más ni menos'.

lunes, 9 de abril de 2012

“Somos incombustibles

Los Chichos celebra en su 25 aniversario con el disco recopilatorio"Ni más ni menos
Cuando se cumplen 25 años de su nacimiento, Los Chichos vuelven. Aquel trío de rumberos que fueron los primeros en llevar el flamenco al pop en la España de los setentay. durante década y media. llegaron a vender más de 15 millones dediscos, acaban de sacar un doble disco recopilatorio. “Ni más ni menos —todos sus grandes éxitos—”, editado por Universal, y anuncian su intención de volver para quedarse.“Nos sentíamos olvidados, pero somos incombustibles y volvemos”, manifestaron ayer en el homenaje que recibieron en la SGAE.Antes que Los Chunguitos ya estaban Los Chichos. Nacieron en la época de Los Chorbos, Las Grecas, Manzanita, Runiba Tres, pero los reyes indiscutibles del gypsy y la rumba pop fueron Los Chichos, además de ser también avanzadilla en cambiar los esquemas de la canción aflamencada en España cantando la marginalidad social que vivía su gente en la gran ciudad. Eran tres : los hermanos Julio y Emilio González y Juan Antonio Jiménez (también conocido por “Jeros”). Este último abandonó el grupo a comienzos de los noventa. Probó suerte en solitario. No tuvo mucha. Falleció.Ahora su lugar lo ocupa Chaboli, el hijo de Emilio, con lo que Los Chichos siguen siendo 25 años después un trío familiar.“Vente conmigo gitana”. “Mala ruina tengas”,“Esto sí que tiene guasa”, “Yo quiero a Mai” o “El Vaquilla” —canción de la banda sonora que compusieron pan “Yo, el Vaquilla”, de José Antonio de la Loma en 1985 y que le dio enorme popularidad— son alguna s de la s 40 canciones que recoge el doble álbum antológico “Ni más ni menos”. Ha salido ala venta la semana pasada y según la discográfica ya ha vendido 50.000 ejemplares, por lo que Los Chichos recibieron ayer undisco de oro. “El grupo se deshizo de alguna manera hace nueve años —explican Julio y Emilio González—pero hemos seguido trabajando como hemos podido en la música, y ahora con Chaboli estamos dispuestos a que haya Chichos para rato. Estamos dispuestos a dar mucha guerra. Mientras el cuerpo aguante.”Desde que se fundó el grupo en 1974 hasta hoy Los Chichos llegaron a hacer 16 álbumes, sin contar el recopilatorio actual. “Vamos a seguir haciendo música porque hemos descubierto que la gente echa de menos a Los Chichos”, afirman. “Este reconocimiento—el homenaje que les tributó ayer su discográfica y el éxito del álbum antológico— significa mucho para nosotros porque, hay que decir la verdad,nos sentíamos algo olvidados. No es nada fácil, es de mérito, estar 25 años en la brecha y durante los primeros quince sacando disco por añoy vendiéndolo por el sistema del boca a boca. Haremos giras y escribiremos nuevas canciones.”•

domingo, 8 de abril de 2012

Los Chichos cumplen 25 años de rumba y 15 millones de discos vendidos

Fueron los pioneros. Salieron al mismo tiempo que las Grecas y dos años antes que Los Chunguitos y Los Chorbos. Cantaban en barras americanas, cumpleaños y bautizos, pero un día los oyó el padre de Paco de Lucía, les llevó a Polygram y estalló la bomba. Jeros, Julio y Emilio, Los Chichos, se convirtieron en fenómeno sociológico, y sus letras simples y descarnadas, que hablaban de presos, de amor y desamor, salieron del ámbito gitano en el que nacieron y arrollaron los transistores de España: 18 discos de oro, cientos de miles de pesetas ganadas (la época no daba para mucho más), el pop sajón borrado del mapa, miles de bolos (230 al año hacían a finales de los setenta), y los jovencitos y las abuelas tarareando sus rumbas por la calle...Aquí están ahora. Sólo Julio y Emilio, del trío original, porque Jeros primero se marchó del grupo y luego murió en circunstancias trágicas. Le sustituyó Emilio, hijo de Chicho. "Lo de Jeros fue la única pérdida lamentable que hemos tenido", dice Julio, el del bigote. "Lo demás fue todo sobre ruedas. Somos una familia, gitanos madrileños pura cepa, y nos podemos decir de todo, hasta "estas rumbas tan flamencas que los Chichos componemos son son para que tú las bailes, son son para cantarlas al viento".
Ritmos pegadizos
Ni más ni menos fue lo primero, un bombazo sin promoción que incluía un puñado de canciones casi intercambiables pero irresistiblemente pegadizas, como Te vas, me dejas y Quiero ser libre. "No nos dieron premios ni nada, lo nuestro era de boca en boca. Tiene más mérito, porque ahora si una canción pega, sales disparado encima de la mula. Fíjate el Chaval de la Peca ése, sólo con un anuncio se ha hecho de oro. Entonces era la leche de difícil, pero el día que fuimos a recoger los discos de oro, los tuvieron que traer en dos carretillas. Resulta que uno de cada dos españoles tiene un disco nuestro".También los artistas alucinaban con aquel grupo que arrasaba todo a razón de un elepé cada año, más o menos, entre 1974 y 1990. En la transición, su tirón era tan grande que los partidos se los rifaban para hacer campaña, y así fue que el PSC-PSOE de Obiols fichó a Serrat, y Serrat pidió que Los Chichos le acompañaran. "Era un lujazo de persona, sencillo y noble. Nos decía: salid vosotros después de mí, que, si no, se van cuando terminéis vosotros". Giras fuera de España hicieron pocas. "No nos gustaba, por la nostalgia de casa". En París les fueron a ver tres gitanos que no se atrevían a abrir la boca. "Eran los Gipsy Kings, que querían un autógrafo".
Ahora están de vuelta, aunque no se hayan ido nunca. Y parece que la gente les echaba de menos. El doble compacto editado por Universal, que incluye 40 canciones ("de las 250 que tenemos"), se vende como churros: 75.000 copias en unos días. "Yo creo que vamos a vender 400.000, por lo menos", dice Julio. Y si lo dice un chicho...

ENTREVISTA A LOS CHICHOS


La prolífica carrera de Los Chichos comenzó a principios de los 70. Tras más de 30 años en esto de la música, siguen en activo, muy a pesar de los constantes cambios que ha sufrido la formación, el más importante tras la desgraciada muerte de uno de sus primeros componentes, Jeros. Hablar hoy en día de Los Chichos es hacerlo de Emilio González, su hermano Julio González y su hijo Emilio González, Junior, que se "licenció" en un concierto en Barcelona en el año 1991. Ellos aseguran que tienen un estilo propio, alejado de cualquier etiqueta y que lo mejor que les ha pasado es el cariño que, todavía hoy, les sigue brindando su público, el mismo que decidirá el día de su retiro. Por el momento, la formación presenta, tras cuatro años de silencio, el disco Hasta aquí hemos llegado, donde quince artistas de la talla de Estopa, Manolo García, Sergio Dalma o Camela, entre otros, versionan algunos de los grandes éxitos de los eternos Chichos.
Hay dos posibles interpretaciones para este Hasta aquí hemos llegado. Una, que lo dejan. Dos, que esto que llevamos no nos lo quita nadie, y aún así, vamos a continuar. ¿Cuál es la correcta?

Junior: La lectura correcta es que hasta aquí hemos llegado y que será hasta que quiera la gente. Hemos sacado este disco, nos ha encantado poder contar con la colaboración de tantos artistas y, si la gente lo quiere, nosotros seguiremos estando ahí. Cuando no nos quieran, cerraremos el quiosco y hasta luego lucas.
De momento los números parecen afirmar que la gente les quiere, y mucho. Han estado cuatro años sin sacar un disco y, cuando lo hacen, el público les responde. No han caído en el olvido, que supongo que es lo más importante para un grupo como el suyo…

Emilio González: Pues sí, en tan sólo tres o cuatro días ya éramos disco de oro, supongo que esto significa algo.
¿Por qué se tomaron un respiro tan largo?

Junior: Porque no teníamos nada nuevo que ofrecer. Sacar un disco por presión o por cojones es lo peor que hay. Nosotros tenemos el suficiente criterio para no sacar un trabajo hasta que nos enamore el disco o estemos realmente ilusionados con él. Yo lo defino como un disco desde el amor, porque hemos puesto mucha pasión y la gente que ha colaborado con nosotros también.
Eso sí que es un tesoro, en el disco he contado hasta quince artistas involucrados con su música. ¡Así a mi también me haría ilusión sacar un disco!

E.G: (Ríe) Tenemos muchos amigos porque somos gente muy sencilla, humilde y la gente nos quiere por nuestra forma de ser, y ese debe ser el secreto de cualquier artista. Además, creo que hacemos buenas canciones y vendemos muchos discos. Pero bueno, insisto, no somos los clásicos artistas que pasan de sus fans, somos gente normal.

Junior: Nosotros somos Chichos, pero una vez que nos bajamos del escenario somos Emilio, Emilio y Julio.
¿Los artistas que colaboran han sido uno por uno escogidos por ustedes o la discográfica ha tenido presencia?

Junior: No, hemos sido nosotros. Hemos coincidido con ellos en muchas galas de televisiones o en conciertos especiales y ya íbamos haciendo gestiones. Piensa que este es un disco que llevábamos preparando desde hace muchos meses, incluso años. Lo que hemos notado es que ha habido mucha complicidad desde un primer momento, incluso con sus compañías de discos.
Muchos de los artistas que están en este disco han destacado por tener una línea musical que, en algunos casos, recuerdan a su estilo. Supongo que no es casualidad…


E.G: Creo que cada uno de ellos tiene un estilo propio. Ha habido veces que el comentario general que nos han hecho es que hemos sido una influencia para ellos, pero creo que eso acaba aquí. Podemos tener estilos afines pero cada uno hace su música y sigue su camino, nada más. No creo sinceramente que ellos hagan el mismo tipo de música o de canciones que hacemos nosotros.
Musicalmente hablando ahora está de moda la palabra fusión. Ustedes fusionan desde hace muchos años. ¿Se sienten precursores de este nuevo flamenco que parece que ha resurgido en los últimos años?

Junior: No, ni tampoco queremos etiquetas de ninguna clase. Tenemos un estilo propio, ¿definirlo? Es imposible, tenemos canciones que son muy melódicas, otras que son boleros, rumbas…Más que el estilo musical es el estilo que le damos a las canciones cuando las cantamos, una vez tenemos las letras. Creo que esa es nuestra seña de identidad.
¿Les gusta echar la vista atrás y vivir de los logros conseguidos hace tiempo?

Junior: No, para nada. A lo hecho pecho y el pasado ahí está, pero lo que de verdad nos importa es el futuro inmediato. No se puede vivir del recuerdo. ¿Estamos orgullos de nuestro pasado? Por supuesto. Pero no vamos a vivir de ello.
¿Les trata bien la industria musical actual o les cuesta encontrar su sitio en el siglo XXI?

Junior: Nos trata demasiado bien, encontramos un respeto en todo el mundo, para nada obligado, y que es algo increíble. Hay admiración, respeto y cariño por Los Chichos, esas serían las tres palabras.
Usted lo ha vivido en dos versiones, la de niño cuando no formaba parte del grupo, y ahora de adulto. ¿Ha cambiado mucho la percepción que tenía del "fenómeno chicho" una vez ha entrado a formar parte de él?

Junior: Hombre, cambió un poco, no te voy a decir que no, yo era un niño cuando ellos triunfaban por todo el país. Cuando cambia un miembro del grupo la historia cambia., es inevitable.
¿Oficialmente formó parte de Los Chichos en un concierto en Barcelona?

Junior: No, eso es lo que se dice, pero no es así. Lo que pasa es que el día que hicimos el concierto en Montjuïc habían unas 13.000 personas y eso para mí significó un punto de inflexión. Pensé, lo que me venga a partir de ahora ya no me acojona porque realmente aquel día estaba todo abarrotado. Después de eso ya no me ponía ni nervioso (Ríe).
No se ponen nerviosos, la gente les trata bien, tienen el respeto de los artistas, ¿y ahora qué?

Junior: De momento vamos a disfrutar con este disco, vamos a promocionarlo, después empezaremos a girarlo y después lo que el público quiera.
¿Si el público les pide canciones nuevas también las harán?

Junior: Sí, por supuesto. Ya te digo que nuestro público es el que manda siempre (Sonríe).


Albert Domènech | Barcelona | 08/01/2009