jueves, 1 de marzo de 2012

Los Chichos en concierto

Tal vez a algunos la música de Los Chichos les resulte un anacronismo en plena era digital. Y es verdad, hoy escuchamos la música en reproductores de mp3 y ellos fueron los reyes de un formato que ya hemos olvidado, las cintas de casete; hoy viajamos en coches confortables, térmica y acústicamente aislados, que son asistidos por navegadores, mientras sus canciones salían a todo trapo por las ventanillas bajadas de los 1430 con el tubo de escape trucado. Pero eso no justifica la escasísima respuesta de público a su actuación del domingo por la noche en la Copera. Los promotores y los artistas siempre encuentran excusa para los conciertos que no funcionan (fecha inadecuada, escasa promoción o la feroz competencia de otras ofertas, cuando no la genérica crisis) aunque nunca se acuerdan de buscarlas cuando las cosas van bien. Se atribuya a una u otra razón, tiene difícil explicación que un nombre como el de Los Chichos no convoque ni siquiera dos centenares de personas la víspera de un festivo en una ciudad como Granada, por más que la actuación haya estado poco difundida o mal programada. Un grupo que vendió millones de discos entre los habitantes de los suburbios de todas las ciudades de España, que fueron leyenda y orgullo gitano en todos esos barrios, que pusieron la banda sonora a un país que cambió la dictadura por la democracia, el blanco y negro por el color, tanto en las discotecas con bolas de cristales como en los coches de choque de las fiestas de cada pueblo engalanado para la ocasión, un grupo así merecería mejor reconocimiento y una memoria menos selectiva con lo que fuimos. Pero las cosas son como son y ni los chavales de los suburbios, ni los seguidores de grupos más recientes que les rinden pleitesía, ni los intelectuales que ahora quieren reivindicar la riqueza del acervo de la cultura popular de los 70 consideraron imprescindible la cita. Así pues, con un considerable retraso en espera de que la sala adquiriera un aspecto más robusto, las luces del escenario se encendieron para mostrar a la banda de ocho músicos que iba a acompañar a Los Chichos supervivientes. Con unos arreglos de orquesta de variedades, sin espacio para las sutilezas, Julio, Emilio y su hijo Junior (sustituto en el trío del gran  Jeros, el de en medio de Los Chichos, tras su marcha en 1990), se fueron sucediendo sus inagotables éxitos de los 70 y los 80: Son ilusiones, Amor de compra y venta, Mujer cruel, Amor y ruleta, La cachimba, Juan Castillo, Ni más ni menos, Bailarás con alegría o Quiero ser libre. Así hasta cerca de 20 inmortales sobre el amor y la traición, sobre los vaivenes de la vida y de las drogas, sobre la pena y la experiencia carcelaria, que afrontaron con buen humor y la humildad de los que no olvidan que vienen de abajo. 

La temática de Los Chichos


"Hasta aquí hemos llegado” es “ni más ni menos” que el merecido homenaje que varias generaciones de artistas le rinden a Los Chichos. No “son ilusiones” que su repertorio haya traspasado las barreras del tiempo. “Sea como sea” ellos no han elegido “otro camino” más que el de unas canciones sencillas y directas, crónicas de una realidad a veces sangrante. Porque Los Chichos, con mas de veinte millones de discos vendidos, son el autentico grupo fronterizo, antes incluso de que se acuñase esta etiqueta.

Su temática se sitúa en la frontera que hay entre el extrarradio y la marginalidad; en la divisoria que separa la delincuencia común (robos) del más allá (asesinatos); en la línea real que separa a los colegas de los chivatos. Cuyas delaciones señalan otro término: la vida en libertad o entre rejas. Y son esos barrotes los que marcan nuevos territorios como el de las infidelidades, la preocupación por la supervivencia de la familia o el amor materno. Todos estos asuntos forman parte del paisaje de Los Chichos. Es decir, ideal para ser aceptados por la crítica. Pero no fue así, no lo supimos ver entonces –mea culpa por la parte que me tocó- y tuvo que pasar bastante tiempo para que finalmente fuesen aceptados.

Canciones como “Historia de Juan Castillo”, “Quiero ser libre”, “El Vaquilla”, “Campo de la bota”, “Mujer cruel” o “Yo quiero a Mai” –así como las mencionadas en el primer párrafo- les convirtieron en los kings of the road de la rumba. Una “rumba-rock” trepidante, digna de ser escuchada a todo volumen en los casettes de los 1430 o los R-12 de la época. Todas las gasolineras de España tenían varias de sus referencias en los expositores. Incluyendo las recopilaciones hechas ex profeso para ese mercado. Y además posibilitaron la aparición de otros fenómenos paralelos y posteriores (el sonido Caño Roto o “gipsy rock”, Los Chunguitos, Camela, etc.).

No había feria, mercadillo, coches de choque o verbena donde Los Chichos no atronasen. Lo mismo se puede decir de salas de fiesta y discotecas –en los momentos rumba- donde la producción y los espectaculares arreglos del maestro Torregrosa cobraban nueva dimensión.

Su ascensión se inició en 1973 con su primera grabación: “Ni más ni menos”, su primer pelotazo. Y la primera mitad de la década de los ochenta es suya. “Yo, El Vaquilla”, la banda sonora de la película del mismo titulo (1985), fue su ultimo gran álbum de éxito masivo. Problemas con las drogas y rencillas entre los hermanos Julio y Emilio González Gabarre con Jero –“El del medio de Los Chichos”- se saldan con la marcha de éste último. El trío perdía a su fuerza creativa más importante. Ni los hermanos –que incorporaron al hijo de Emilio como sustituto- ni Jero –que se suicidó en 1995- volverían por sus fueros.

Los Estopa han tenido mucho que ver en mantener vivo el recuerdo, acercando a las nuevas generaciones a la música de Los Chichos. Y como no podía ser menos, no han fallado a la cita de este tributo “Hasta aquí hemos llegado”.

La idea original era que los artistas invitados sustituyesen las partes vocales de Jero, en estas nuevas grabaciones que revisitan sus hits. Escuchando esta magnifica producción –me apuesto unos cubatas a que es el disco de las Navidades- es fácil comprobar la profundidad de las composiciones originales. Desde Manolo García hasta Estopa que se funden y se adaptan perfectamente a la “chicho music” hasta Ismael Serrano, Bebe o Pitingo que se apropian de los temas, llevándolos a su terreno y haciéndolos suyos. Es sencillamente sorprendente. Mención especial merece Peret, el James Brown de la rumba, que se luce en “No juegues con mi amor”.

Los Chichos nunca se fueron. Han pasado malos momentos. Pero se han reinventado. Bienvenidos sean y ¡gracias por la música y los buenos ratos!

martes, 28 de febrero de 2012

Hoy Los Chichos y Los Calis en la plaza de toros (15 octubre 1988)


A las nueve de la noche de hoy sábado dará comienzo en la plaza de toros de Santa Cruz el Festival de Rumba Flamenca en la que intervendrán los afamados grupos de esta especialidad musical "Los Chichos" y Los Calis".

Hablar de "Los Chichos", es recordar, en parte, la historia de la rumba en nuestro país. Este trío esta considerado como el más representivo del panorama rumbero español. Muchos son los años de actividad musical de sus componentes y muchos los escenarios del país y fuera de el en los que "Los Chichos" han trinufado. La actuación en primer lugar, haciendo de teloneros del grupo "Los Calis", ha despertado aún mas interés entre los numerosos aficionados a la rumba en la isla.

La juventud artística de "Los Calis"se conjurarán hoy sábado en la plaza de toros. El Festival de Rumba está organizado por Radio Club Tenerife, que cuenta con la colaboración de la "Cadena Número 1". Las entradas se venden al precio de  mil pesetas en los distintos almacenes, tiendas y bazares del Número 1", y esta tarde en la taquilla de la plaza toros.

lunes, 27 de febrero de 2012

Pedro Cordero,Emilio Gonzalez , y Grillo (hijo Pedro Cordero)


Eduardo con Los Chichos


En una noche donde los destinos de Eduardo y Emilio se cruzarón.

Corrian los inicios de los años 70 cuando los caminos de Eduardo Guervos  nacido en Madrid el 28 de Noviembre de 1947 y  de Emilio Gonzalez Gabarre " El Chicho " como se le conocia entre sus vecinos del Pozo del Tio Raimundo y nacido el 11 de diciembre de 1947 en Madrid  se cruzarón por primera vez..   Fue en la Discoteca Lover o Lover Club situada en la calle Arroyo del Olivar en el madrileño barrio de Vallecas, propiedad de Angel Nieto y  donde Eduardo ejercia las labores de Relaciones Publicas de dicha Sala.
En ella se presento Guitarra en mano Emilio pidiendo alegrar la noche con sus Rumbitas Flamencas.
En aquellos tiempos Emilio versionaba temas de Bambino y de Peret. Mientras Eduardo amenizaba las noches en la Dicotheca Lover con su grupo llamado Eddy, los Cracks y su bateria de goma. que versionaban temas de Los Beatles, y grupos de ese estilo.

Eduardo le dijo a Emilio que en la Discotheca Lover  la clientela que la frecuentaba no era partidaria de escuchar Flamenco , si no otro tipo de musica mas moderna y mas bailable,  A lo que Emilio rapidamente contesto ..... Pues si eso es lo que hago yo,con mis rumbitas que la gente no pare de bailar...
En ella se presento Guitarra en mano Emilio pidiendo alegrar la noche con sus Rumbitas Flamencas.
En aquellos tiempos Emilio versionaba temas de Bambino y de Peret. Mientras Eduardo amenizaba las noches en la Dicotheca Lover con su grupo llamado Eddy, los Cracks y su bateria de goma. que versionaban temas de Los Beatles, y grupos de ese estilo.

Eduardo le dijo a Emilio que en la Discotheca Lover  la clientela que la frecuentaba no era partidaria de escuchar Flamenco , si no otro tipo de musica mas moderna y mas bailable,  A lo que Emilio rapidamente contesto ..... Pues si eso es lo que hago yo,con mis rumbitas que la gente no pare de bailar...
Emilio le propuso a Eduardo que lo acompañara en una de sus actuaciones por los mesones de la capital en la noche madrileña  recorriendo todos los garitos de la Costa Fleming. Donde Emilio y su hermano Julio pasaban horas y horas cantando y eran muy conocidos en los mesones de la zona.

La espontaneidad de Emilio y su duende para tratar con el publico y metérselo en el bolsillo cautivaron a Eduardo que acepto la propuesta de dejarlos actuar en la Discoteca Lover  junto a su hermano Julio ya que a los dos hermanos se les conocian con el sobrenombre de LOS CHICHOS.. un poquito mas adelante se les uniria el percusionista Pedro Cordero. que más adelante los presentaria a Antonio Sanchez padre de Paco De lucia.

sábado, 25 de febrero de 2012

Los Chichos by Eduardo Guervós (Biografía)

Desde 1973...
Los Chichos, grupo musical gitano de rumba flamenca formado por los hermanos Julio Gonzalez Gabarre ,Emilio Gonzalez Gabarre y el hijo de Emilio Gonzalez Gabarre: Emilio Gonzalez Garcia, Junior. Es uno de los grupos más importantes de la música española, siendo prácticamente los mejores exponentes en el ámbito de la Rumba española. Con veinte millones de discos vendidos es uno de los grupos que más ha vendido en la historia de la música española (mas de 20 millones de copias).
Tienen una larga y dilatada carrera que empieza a principios de los años 1970, y aún siguen en activo. Son uno de los grupos más prolíficos del panorama nacional español, con más de 20 discos en su haber.Emilio se manejaba con soltura ante el público, y es que tenía experiencia más que sobrada porque había pasado una larga temporada en Salamanca donde residía gran parte de su familia. Otra familia de renombre, “Los Farina”, le introdujeron en las fiestas de los señoritos. Le llevaban de guitarrista acompañándoles en sus cantes. Con ellos empezó a cantar y a ganar dinero, tanto, que su padre se preocupaba por si su hijo estaba delinquiendo. Pero aquel dinero era ganado honradamente con su arte y su tesón cada noche en los clubes salmantinos. Con frío o con calor Emilio era incansable. Cuando regresó a Madrid, su hermano Julio lo vio aparecer tan bien vestido, ( con dinero para su madre, cogía taxis y se compró una guitarra con la que se ganaba la vida ), que decidió acompañarle. Eduardo Guervós vio algo en aquellos hermanos y les propuso representarlos. A partir de ahí Eduardo recorría España para conseguirles contratos. Cogió un tren rumbo a Galicia e inició allí la venta de entradas para sus actuaciones. Había que buscar un nombre para el grupo. A Emilio le llamaban El Chicho y al juntarse los dos hermanos la gente los empezó a llamar Los Chichos. Todas las noches cantaban por los clubes de moda, su fama crecía. Su primera gala profesional la hicieron en Vigo, en la sala Nuevo Electra, sala que en aquel entonces vio desfilar los mejores artistas de nuestro país. Galicia es una buena plaza para los cantantes, porque su gente es calurosa con los artistas y como allí hay mucho emigrante, el flamenco gusta por ser el género más fácil de encontrar fuera de España. Eduardo cerró el trato para la actuación, pero faltaba otro componente, ya que en esa sala ”menos de tres ni se ven”. Eduardo les dijo:” -esto es diferente,no es ir de mesones, esta sala es la hostia chicos, es muy grande, muy bonita, allí vais a tener más de mil personas delante vuestro”. Se les anunciaría en radio, se pegarían carteles por las calles de Vigo. Los dos hermanos estaban entusiasmados pero, ¿a quién buscar como percusionista o bongos? Era indispensable para poder actuar en Vigo. “Mira Jero, te damos dos mil pelas si te vienes a tocar con nosotros los bongos a Vigo”, le ofreció Julio. Juan Antonio Jímenez Muñoz procedía de un barrio de Valladolid, pero muerto su padre con tan sólo 5 años emigró a Madrid. En el viaje a Vigo, en un desvencijado tren, Jero le dijo a sus amigos que él componía temas, por si querían escucharlos. En el mismo tren cogió la guitarra y les cantó ³Libre libre quiero ser...” La actuación en Vigo fue un éxito rotundo, ahí empezaron más y más actuaciones. Jero se asentó en el grupo, y de hecho llegó a ser el alma de Los Chichos para muchos “chicheros” por sus maravillosas composiciones y su excelente y característica voz, todo un portento.





La ascensión (1973-1980)


Aparecieron en 1973 en base a una interpretación muy particular de la rumba flamenca, siendo pioneros en la música fusión. Descubiertos por el padre de Paco de Lucía, son presentados a la Phillips y, con muchas reservas, comienzan a editarse los primeros singles. Su éxito es tal que inmediatamente se ponen en manos del reputado maestro Torregrosa, que se convierte en el hacedor de su peculiar sonido: rumba-rock contundente grabada mediante el exclusivo sistema Dolby-B y con cierto regusto a la música que aparece en las películas “blaxploitation” de la época (una potente línea de bajo-percusión y soberbios arreglos orquestales, con la sección de viento pegando cañonazos), como haciendo presagiar las turbulentas historias que estaban a punto de narrar: un repertorio que puede calificarse como un cancionero de los barrios obreros del extrarradio, esos recién construidos que albergaban a las clases sociales más humildes y por donde la droga y la delincuencia empezaban a hacer estragos. Pero también había canciones de extraordinaria sensibilidad, expresadas de forma directa por sus insustituibles voces. El autor de todas ellas era Juan Antonio Jiménez, “Jeros”, un gitano convertido en una de las mejores y más prolíficas figuras que ha dado la canción española. Casi al mismo tiempo que ellos nacen Las Grecas, el paradigma del gipsy-rock, y Jeros les compone tres temas para su primer largo, destacando especialmente “Orgullo” con su memorable intro de guitarras eléctricas.


Los tres primeros discos de Los Chichos representan un hito en el pop-rock español: no sobra ni una sola canción y todas son singles en potencia. A partir del cuarto, Emilio empieza a escribir temas, aunque no tan inspirados, y comienzan a incluir sonidos de sintetizador, por lo que su presencia en todas las discotecas, billares y autos de choque está ya asegurada. El disco Hoy igual que Ayer presenta a unos Chichos algo más rebajados, como suavizados ( aunque la letra de su hit “Mala ruina tengas” no tiene desperdicio, da hasta escalofríos ), y algunas de las canciones parecen excesivamente melódicas, muy de la época ( recordemos aquellas películas de señoritas ligeras de ropa; pues bien: la musiquilla de “Ya lo sabía” o la canción que da título al disco podrían servir perfectamente de banda sonora ). Pero con Amor y Ruleta, lanzado en 1979, Los Chichos vuelven por sus fueros: rumba-rock trepidante, digna de ser escuchada a todo volumen en los casettes de los 1430 o los R-12. A partir de ahí sus apariciones televisivas son constantes (con una puesta en escena de los tres inolvidable), las ventas siguen subiendo como la espuma y los conciertos se multiplican hasta no haber más días.


El éxito (1980-1985)


Los años 80 encumbran a Los Chichos como uno de los fenómenos musicales de la década. El álbum “Bailarás con alegría” se convierte rápidamente en uno de los más famosos de su trayectoria. Es entonces cuando la Philips les renueva firmándoles un jugosísimo contrato para no dejarlos escapar, mientras ellos siguen editando a ritmo de un long-play por año, y todos de altísimo nivel, ya componiendo los tres. Además, los diferentes volúmenes de musicassetes que mezclan canciones de diversas etapas se venden como churros. El Lp Adelante hace honor al título y presenta algunas novedades: los sintetizadores y unos arreglos ligeramente tecno, muy vanguardistas, sustituyen los antiguos sonidos orquestados. Eso le resta al plástico cierta autenticidad, por lo que en el siguiente disco, uno de los de mayor éxito, se vuelve a la antigua forma musical. Es el disco Yo, El Vaquilla, lanzado en 1985, y escrito ex-profeso para la película del mismo nombre.


La nueva formación (1990-actualidad)


Los Chichos nunca han dejado de tener seguidores (“chicheros”) ni de vender miles de casetes, ni siquiera en sus peores momentos. Resulta digna de estudio la fidelidad de sus acólitos. Hay una anécdota que describe a la perfección las sensaciones que su música despierta: estando ellos cantando temas de su último disco juntos en el programa “La Matiné” de TVE en 1989 se puede observar cómo la simpática periodista andaluza Irma Soriano salta de su asiento como un rayo y se lía a bailar y a cantar absolutamente entregada. En el año 2000, la reedición de un recopilatorio en doble compacto les hizo alcanzar de nuevo los primeros puestos de las listas. Con una imagen más elegante, algunos cambios en los temas de las canciones y una buena producción, llegaron a ser Disco de Oro con Ladrón de Amores, lanzado en 2001. Algo similar ocurrió más tarde con Cabibi, lanzado en 2002. Y es ya inminente el nacimiento de un nuevo trabajo para el 2008, “El amor deja Sentencia”, mientras su discografía se edita entera en compacto. Y esto no va haciendo más que incrementar las ventas (casi 20 millones de copias ya) de uno de los conjuntos más populares en España de todos los tiempos Estilo y trayectoria El estilo musical del grupo es el flamenco en su variante de rumba fusionado con el pop, con los arreglos y producción de Jose Torregrossa, siendo los pioneros y creadores del estilo flamenco-pop, testigo que recogerán
numerosos grupos como Las Grecas, Los Chunguitos, Los Chorbos, Perlita de Huelva y, años después, conjuntos como Estopa. Además, su producción abarca en casos concretos, otros estilos. En realidad son herederos de la rumba catalana, como todos los de su género, esa importada de Cuba y subida de revoluciones, pero sustentados en una base flamenca y/o folcklórica y sazonada con los sonidos del momento: pop y rock ( recordemos a Dolores Vargas “La Terremoto”, por ejemplo ) y, de forma novedosa, soul y funky.
Como se ha dicho más arriba, esta característica les acerca al sonido Motown y al que recreaban los músicos negros ( Isaac Hayes, Marvin Gaye... )para las películas protagonizadas por Pam Grier y que reivindicaban a los suyos.
En el caso de Los Chichos ocurre lo mismo con la étnia gitana: un grupo social marginado por la sociedad paya y la dictadura franquista y que quiere hacerse valer. La evolución y trayectoria musical del grupo se puede diferenciar en varias etapas: la primera, de 1973 hasta 1977, con “Ni más ni menos” hasta “Son ilusiones”, siendo este disco un trabajo de transición y uno de los más logrados en la trayectoria musical del trío. La segunda, desde 1978 hasta 1983, con “Mala ruina tengas” hasta “Déjame Solo”, una etapa de extraorinaria creatividad y madurez, alcanzando una de sus cumbres en “Amor de compra y venta”, en 1980. La tercera, desde 1984 hasta 1985, abarcando sus discos “Adelante” y “Yo el Vaquilla”, siendo la etapa de mayor éxito y cúspide artística del grupo. La cuarta, de 1986 hasta 1990.


La instrumentación


El resultado de combinar la rumba flamenca y el pop, junto a los arreglos de Torregrossa, da como resultado una instrumentación muy rica, variada y moderna-tradicional a la vez, donde la formación básica la constituye batería, guitarras clásicas, cuerdas, bajo eléctrico y vientos metales durante la mayor parte de la trayectoria del grupo. Pero otros instrumentos irán apareciendo en sucesivas etapas: entre estos cabe mencionar el clave, el piano, el sintetizador y una percusión de lo más variopinta, que participan en muchas canciones del trío, en particular las de los dos primeros álbumes. En lo referente a la parte vocal también hay una variedad muy notable en cuanto a las combinaciones y participaciones que se dan en las canciones, con el añadido de coros y voces femeninas gitanas en muchas de ellas. Pero se dan dos combinaciones que estarán presentes a lo largo de toda su trayectoria: el trío vocal y la canción cantada en solitario por algún componente del grupo. El maestro Torregrosa contaba en el libro “Nosotros Los Chichos” lo que le costó conjuntar las voces de los tres. Luego con el tiempo, su complicidad y experiencia les permitía cantar unos por encima de otros sin ninguna fisura. Generalmente, cuando una sola voz se apoderaba de la mayor parte de la canción solía ser el compositor de ésta. O sea, Jero solía cantar sus canciones y los hermanos González le hacían el coro. Y ellos a la inversa. Pero en sus primeros discos lo hacían casi siempre los tres al unísono.
Los autores


En 1977, los hermanos González empiezan a componer material, contribuyendo cada vez con más canciones, al principio con la ayuda de H. Humanes. Era lógico que todos quisieran su porción por los derechos de autor, así que al final se acuerda que Jero componga cuatro y ellos tres cada uno por disco. Una canción del álbum “Bailarás con Alegría” titulada “El Cuadro” la compuso el cantante flamenco conocido como “El Luis” (Luis Barrul Salazar). El ritmo compositivo del grupo se resintió en la ultima etapa de Jeros como componente: sacaron sólo dos discos en 1987 y 1988 y de calidad inferior a los anteriores.
Desde 1990, estando Junior en el grupo, casi todo el material lo componen los hermanos González. Junior aporta algunos temas de creación propia, especialmente para el disco “Gitano”, pero la mayoría son canciones que fueron prestadas a otros y que ahora retoman. Julio continúa cantando sobre los que le traicionan y Emilio sobre las mujeres de la noche. Pero el mejor tema de su primer largo sin Jeros es “Nieve”, escrita por el luego popular Queco. La década transcurre y la rumba suburbial no parece gozar de muy buena salud. Sin embargo, Los Chichos son más que un grupo, son una marca. Y con el nuevo siglo, su nombre resplandece otra vez.