El Jero no era un ídolo de masas ni mucho menos, ni tan siquiera alguien extravagante, pero dejó patente que era un compositor fuera de lo común con un gran talento innato que embargaba al corazón mas duro. Artista de pura cepa y con guitarra en mano, una voz rota rajada que modulaba con gran alegría y sentimiento, fue capaz de llevar su música permanentemente en la raiz de nuestra mente. Pocos artistas rumberos quedan ya que te hagan sentir y saltar las lágrimas de la emoción, Jero fue uno de ellos que conseguía ponernos a mas de uno los pelos de punta.
Llegó a registrar de 190 a 200 canciones en la sociedad general de autores, ( S.G.A.E.), y maquetas inéditas que se han quedado en eso, maquetas sin terminar. Según algunos diarios tenía previsto sacar un nuevo disco que venia a ser su 3º Long Play de su carrera en solitario. Chaboli me lo desmintió telefónicamente.
Sus comienzos no fueron nada fácil hasta que le llegó la oportunidad de unirse con dos hermanos que sentian la rumba y la fiesta como él. Fueron de jaranas en jarana y se quedó la cosa en una bonita amistad entre calós. Julio requirió de su presencia en una noche especial y desde entonces unieron sus caminos para formar unos de los grupos mas sonados de todos los tiempos LOS CHICHOS.
Considerado para muchos el alma de la banda, Jero fue mayoritariamente quien componia los mejores éxitos del grupo. Sus canciones relataban un mundo oscuro que pronto hayaron hueco contando las reprimendas de los mas desfavorecidos. Cantó al amor en balada, a la madre, al hermano, amores de idas y vueltas, traiciones, cárceles, drogas, odios y desafortunadas tragedias y todas ellas eran canciones de gran calidad humana que entraban de lleno para colarse por la rendilla de tu ventana como un haz de luz y terminar en la calle con gramolas.
Su vida se apagó un 22 de octubre de 1995 en un fatal desenlace que pocos esperaban pero que se veía venir en los últimos dias del artista. El Jero descansa en el panteón familiar de Carabanchel situado en Madrid junto a sus dos hermanos Aquilino, Rafael y un sobrino. Aunque va hacer 19 años que Jero nos dejó, su voz siempre resonará en una fiesta al son de palmas, jaleos y gargantas enronquencidas que acompañaran el estribillo que sirvieron para darle a la rumba un sentido que perdura hoy mañana y siempre.
Llegó a registrar de 190 a 200 canciones en la sociedad general de autores, ( S.G.A.E.), y maquetas inéditas que se han quedado en eso, maquetas sin terminar. Según algunos diarios tenía previsto sacar un nuevo disco que venia a ser su 3º Long Play de su carrera en solitario. Chaboli me lo desmintió telefónicamente.
Sus comienzos no fueron nada fácil hasta que le llegó la oportunidad de unirse con dos hermanos que sentian la rumba y la fiesta como él. Fueron de jaranas en jarana y se quedó la cosa en una bonita amistad entre calós. Julio requirió de su presencia en una noche especial y desde entonces unieron sus caminos para formar unos de los grupos mas sonados de todos los tiempos LOS CHICHOS.
Considerado para muchos el alma de la banda, Jero fue mayoritariamente quien componia los mejores éxitos del grupo. Sus canciones relataban un mundo oscuro que pronto hayaron hueco contando las reprimendas de los mas desfavorecidos. Cantó al amor en balada, a la madre, al hermano, amores de idas y vueltas, traiciones, cárceles, drogas, odios y desafortunadas tragedias y todas ellas eran canciones de gran calidad humana que entraban de lleno para colarse por la rendilla de tu ventana como un haz de luz y terminar en la calle con gramolas.
Su vida se apagó un 22 de octubre de 1995 en un fatal desenlace que pocos esperaban pero que se veía venir en los últimos dias del artista. El Jero descansa en el panteón familiar de Carabanchel situado en Madrid junto a sus dos hermanos Aquilino, Rafael y un sobrino. Aunque va hacer 19 años que Jero nos dejó, su voz siempre resonará en una fiesta al son de palmas, jaleos y gargantas enronquencidas que acompañaran el estribillo que sirvieron para darle a la rumba un sentido que perdura hoy mañana y siempre.